lunes, 27 de septiembre de 2010

El actor Willy Toledo y un consejero del Cabildo de Gran Canaria acuden como escudos humanos a El Aaiún

El actor Willy Toledo y el consejero de Cooperación del Cabildo de Gran Canaria, Carmelo Ramírez, harán de escudos humanos para proteger a un total de 70 activistas saharauis en su regreso a El Aaiún desde Argelia. Según ha confirmado el portavoz del Observatorio de Derechos Humanos para los territorios ocupados en el Sahara Occidental, Javier Sopeña, el grupo conformado por 15 activistas españoles, entre los que se encuentra Toledo y el citado político canario, han partido esta tarde desde Argelia hasta el aeropuerto Mohamed V en Casablanca (Marruecos) en donde intentarán co"No sabemos si les detendrán en el aeropuerto porque desconocemos cuál será la reacción de la policía marroquí", ha explicado Sopeña a EL PAÍS desde El Aaiún. El grupo de españoles viaja con 70 activistas saharauis quienes participaron en una conferencia internacional sobre Derechos Humanos en Argel; un acontecimiento histórico ya que no existen antecedentes de la salida de un grupo de activistas saharauis tan numeroso para participar en un evento internacional.

Según ha podido saber EL PAÍS, Willy Toledo y Carmelo Ramírez acompañados por el contingente de activistas han llegado al aeropuerto de Casablanca poco antes de las 17.00 (hora peninsular) en donde intentarán tomar el vuelo que los lleve a El Aaiún. En declaraciones al portal de comunicación Guinguinbali.com, Willy Toledo ha advertido de que es consciente de los riesgos que corre al acompañar a los activistas saharauis y ha explicado que se trata de ejercer una acción directa de solidaridad para proteger la integridad física de los saharauis o llegado el caso, sufrir los mismo golpes que ellos, y obligar a los gobiernos de Marruecos y España a reaccionar".

El plan de los activistas españoles, en el caso de que les permitan viajar a El Aaiún, es acompañar a los 70 saharauis hasta sus domicilios y evitar que sufran represalias por parte de la policía marroquí.

EL PAÍS

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